Política y sociedad

domingo, 28 de abril de 2013

¡Premio para cómplice de Félix!

En primera fila


     Con un “agradezco su confianza”, el diputado local con licencia, principal artífice del endeudamiento histórico de Quintana Roo, Freddy Marrufo Martín, a quien el periodista Anwar Moguel califica como “experto en el manejo turbio de las finanzas”, registró el martes ante el PRI su precandidatura a la presidencia municipal de Cozumel, cuna de gobernadores y ex gobernadores.
En busca de la “silla” que dejará como desastrosa herencia el también priísta Aurelio Joaquín González, el administrador isleño, convertido en político durante la gestión de Félix González Canto, cuando maniobró para que la deuda del Estado pasara de mil 880 millones de pesos a 10 mil 37 millones sin contar los pasivos y deudas corriente, cumplió con las expectativas que surgieron tras cumplir su periodo como Secretario de Hacienda durante ese sexenio.
Y es que, sabedor de que requeriría de alguien que le cuidara las espaldas al concluir su encargo, Félix González impuso al PRI y al Congreso del Estado la candidatura a diputado de su entonces secretario, quien conocía a detalle el destino del dinero que operó su coterráneo.
Aunque después de esos comicios para integrar la XIII Legislatura se esperaba que el estratega financiero del ahora senador fuera “electo” por sus compañeros como coordinador del Congreso, el ex gobernador maniobró con la mayoría priísta para que el lugar fuera para Eduardo Espinosa, a efecto de “consolar” a éste ante sus frustradas aspiraciones por perder la candidatura que favoreció a Roberto Borge Angulo.
Con todo, no obstante, el ex mandatario logró que Freddy Marrufo resultara “electo” presidente de la Comisión de Hacienda, Presupuesto y
Cuenta del Poder Legislativo, con lo que, tal y como habría planeado, evitaría cualquier eventual tipo de llamado a rendir cuentas sobre su criticada gestión.
Ya desde ese entonces comenzaría la campaña del hombre, que disponía de suficientes recursos públicos para su promoción, así como apoyo de las instancias electorales Ieqroo y Teqroo, por lo que no tuvo ningún recato en utilizar institutos y universidades en foros y organizaciones sociales, además de acudir a eventos donde lo “invitaban” y aparecer frecuentemente en los medios de comunicación con el pretexto de ser diputado.
Lo que es peor, como presidente de aquella Comisión se convirtió prácticamente en juez y parte en el manejo de las finanzas que, “casualmente”, estuvieran precisamente bajo su cargo durante el sexenio de Félix, cuando, con las arcas estatales quebradas y una pesada lápida sobre las espaldas de los quintanarroenses, contribuyó en gran medida a hipotecar al Estado y obstruir a la nueva administración con un programa de austeridad que afectó a todos.
Curiosamente, el cozumeleño veía la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio, ya que mientras como “legislador” exigía en Benito Juárez aclarar el destino de más de 100 millones de pesos correspondiente del 2009, callaba sobre las cuentas del Gobierno del Estado cuando operó en Hacienda.
Excepto para él, como era de suponerse, todo mundo opinaba que debía separarse del cargo por dignidad para que el Órgano Superior de Fiscalización, dependiente del propio Congreso, investigara libremente el manejo de esos dineros. Según el diputado perredista con licencia, Antonio Meckler Aguilera, debió recusarse de tratar asuntos con conflicto de intereses en el manejo de su Comisión, donde escondió información al decir que el Estado “sólo” debía 7 mil millones.
Conformada por el PRI y su “palero” PVEM como secretario (con José de la Peña Ruiz de Chávez) la Comisión que encabezaba no era garantía de ninguna indagatoria, y mucho menos imparcial. Desde que se integró la Legislatura, el isleño se apoderó de esa Comisión, en la que ni PAN ni PRD estaban representados, y sí en cambio los también priístas Eduardo Espinosa, el morelense Manuel Parra López y el bacalareño José Alfredo Contreras Méndez, todos ellos “premiados con la precandidatura de sus municipios.
Desde ese entonces el PRD dijo que impugnaría su nombramiento por ser juez y parte en dictámenes de las cuentas públicas del Gobierno del Estado, aunque debería explicar el endeudamiento y aplicación de los más de 50 mil millones de pesos que se habrían “manejado” en seis años.
Así, con el privilegiado apoyo de su amigo Félix González, no sólo se convirtió en el verdadero coordinador del Congreso, donde nulificó al presidente de la Gran Comisión y coordinador de la bancada tricolor, al menos en teoría, sino que, además, se libró del diputado que le podría haber hecho sombra, José Alberto Alonso Ovando, quien solicitó licencia a sólo 14 días de rendir protesta para irse a la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado.
Y con todo ello, ¿Aun cree que le tienen esa confianza que agradece a los cozumeleños? No perdamos de vista que también son quintanarroenses y, como tales, también resultaron afectados por las trapacerías de quien, según proyectos de Félix, se convertirá primero en presidente municipal, y después en el próximo gobernador del Estado ¡Aguas Freddy! ¡No te confíes! Los cozumeleños no son precisamente unos tontos. 
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO* 

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