Política y sociedad

jueves, 22 de agosto de 2013

Los “secretos” de un Secretario

En primera fila
                       
Los “secretos” de un Secretario
                                                                
         Aunado a la inconformidad ciudadana por las recientes, drásticas  medidas “administrativas” del Gobierno del Estado para sanear sus maltrechas finanzas, la Secretaría Estatal de Seguridad Pública, cuyo titular, el Gral. Carlos Bibiano Villa Castillo, continúa en el banquillo de los acusados, vuelve a colocarse en el ojo del huracán.
         El caso de este controvertido funcionario, al que se ha sostenido contra viento y marea al frente de la corporación, llama de sobremanera la atención a propios y extraños, sobre todo por la serie de desaciertos en los que ha incurrido desde su llegada a Quintana Roo, recomendado por el tristemente célebre ex gobernador Félix González.
         Moroso hasta las cachas al igual que el cozumeleño, el ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdez, recomendó a Villa Castillo al ahora Senador de la República que, a su vez, hizo lo propio con su sucesor, Roberto Borge, a quien entregó las credenciales del ex mílite con especialidad en el área de  Comunicaciones.
         Desde ese entonces, Villa Castillo, a quien poco después se “incorporó” la no menos cuestionada periodista Isabel Arvide Limón -ahora convertida en una de sus más odiadas enemigas-, se volvió protagonista del acontecer diario en el Estado por la cada vez más latente inseguridad que mantiene en vilo a las familias y su patrimonio.
         Las “actividades” de sus agentes también son objeto de las más variadas sospechas, lo que se confirmó apenas esta semana cuando, con ocasión del homicidio de Victoria Ileana Cano Rodríguez y el hijo de ésta, José Carlos Nerón Cano, cuyos cadáveres estaban enterrados en una “narco-fosa”, la Procuraduría de Justicia del Estado halló seis kilos de marihuana, dos mil 660 cartuchos útiles calibre .223 y cerca de mil balas calibre 9 milímetros.
         Este macabro hallazgo, en el rancho “El Paraíso”, a cinco kilómetros del poblado de Xul-Ha, a la salida de Bacalar, no sería tan inusual si no fuera porque incluía 12 chalecos y 13 placas antibalas; tres uniformes completos de la Secretaría; 3 pantalones tácticos también de la PEP y dos vehículos: Un Honda Civic blanco y una camioneta Ford F150 blanca modelo 2000.
         Ante la evidente complicidad de elementos de la corporación con algún grupo criminal, al parecer “Los Pelones”, Villa Castillo sólo acertó a anunciar que se foliarían uniformes, accesorios y equipo especial de todos sus policías “para evitar que la delincuencia organizada tenga acceso a ellos para cometer diversos delitos, sobre todo de alto impacto” -como si sirviera de algo-, aunque, ante la sospecha de que policías activos de alto nivel estuvieran dotando de uniformes a grupos criminales, dijo que pudieran ser ex agentes que no pasaron los exámenes de control y confianza.
         Ahora bien, éste no es el primer caso sospechoso en que se le involucra, entre ellos, se recuerda, el del 9 de mayo, con el secuestro y tortura de Ricardo Oliver Rodríguez Saumier en el complejo residencial Playacar de Solidaridad, donde tenía comisionado al escolta de la Secretaría, el coahuilense Guillermo Morales Monreal, al empresario de “Carnes HC de Monterrey”, Eloy González Lanz, quien acusaba a aquél del robo de cocaína.
         En ese entonces, Borge Angulo ordenó investigar a fondo los hechos y aplicar la ley porque “en Quintana Roo no hay impunidad para nadie”, y afirmó que su gobierno se trabaja a fondo contra la corrupción en todos los ámbitos, principalmente el policiaco, por ser reclamo de la sociedad corporaciones confiables, “básico para ser efectivos en la lucha contra la delincuencia”. ¡Puro cuento!
         Como publicamos en su oportunidad, con el título ¡La caída de un General!, al ser detenido, Morales Monreal se identificó como agente de la PMP, ¡comisionado por Villa Castillo a la custodia del empresario!, con licencia colectiva de la SEDENA para portar arma de fuego, cartuchos y cargadores, y pretendía llamar directamente por su costoso radio “Matra” a Villa Castillo.
         ¿Y sabe Usted qué pasó finalmente? Al igual que en todos los casos en los que se ha mencionado a Villa Castillo, ¡no pasó absolutamente nada! ¿Y sabe Ud. qué pasará con el caso de los homicidios de Xul-Ha y los uniformes policiacos? ¡Absolutamente nada tampoco!, al menos NO en el caso del funcionario, que pareciera contar con alguna “patente de corso”.
         Apenas el miércoles, con ocasión de la  marcha de esposas e hijos de policías despedidos por reprobar el examen de confianza, Villa Castillo envió por lo menos una docena de patrullas que, de manera represiva, pasaban de rato en rato para “checar” a las inconformes, aunque no se vio a NINGUN agente de tránsito vigilando la avenida Héroes para prevenir que algún vehículo atropellara los niños que conformaban el grupo.
         Ahora bien, entre los policías despedidos surgió información, todo hace suponer la más precisa, en torno al titular de la Secretaría y por qué lo sostiene Borge Angulo. Resulta que, como especialista en materia de Comunicaciones en el Ejército, Villa Castillo no sólo se dedicó a sus tareas como funcionario, sino que cuenta con equipo sofisticado con el que ¡vigila las llamadas del Jefe del Ejecutivo y la esposa de éste, la presidenta del DIF-Estatal, Mariana Zorrilla de Borge!
         ¿Qué tantas cosas privadas sabrá de ellos que tienen atado de manos al mandatario para cesarlo de la Secretaría? ¿Será esa la “patente de corso” para hacer lo que le venga en gana, incluso complicidad con la delincuencia organizada? Sólo ellos lo saben, pero como prueba de esa vigilancia telefónica nos proporcionaron el teléfono directo del celular de Borge Angulo, aunque, por razones obvias, sólo daremos a conocer los 4 últimos números: El  0127.  Saque Ud. sus propias conclusiones.
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO.

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