Política y sociedad

miércoles, 7 de agosto de 2013

Futuro de diputados, en ciernes

En primera fila
                         
Futuro de diputados, en ciernes
                                                                Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
         Aun cuando mucho se ha dicho en torno a los ex diputados locales, lo único cierto es que, salvo el caso de los representantes de la oposición -claro, no los de partidos “satélites”- y algunas excepciones, la mayoría de ellos ha concluido su periodo con un futuro político asegurado en los diversos niveles de la administración pública, lo que seguramente será el caso de los todavía miembros de la XIII Legislatura.
         Nos referimos concretamente a los legisladores priístas, a los que, salvo honrosas excepciones, el gobernante en turno suele “colocar” en su gabinete en una clara muestra de “agradecimiento” por su invariable, incondicional apoyo a su administración, con la no menos invariable aprobación de sus iniciativas de ley. ¿O acaso sabe Usted de alguna que se hubieran “atrevido” a rechazar? ¿Verdad que no?
         Precisamente de ahí radica el que prácticamente la mayoría de los quintanarroenses no los pueda denominar como representantes populares, o bien que este último término se escriba entre comillas, ya que, de hecho, no suelen trabajar precisamente para el pueblo, sino para el Jefe del Ejecutivo en turno.
         También precisamente de ahí surge el agradecimiento gubernamental tras el término de las Legislaturas, aunque esa muestra comienza desde antes, con ocasión de los “destapes” de presuntos precandidatos a los cargos de representación popular, es decir presidentes municipales y sus planillas, algo similar al de las diputaciones que buscan los alcaldes en turno.
         Como era de esperarse, los primeros en recibir las muestras de reciprocidad por la complicidad de Poderes Legislativo-Ejecutivo son los coordinadores en turno, responsables de que todos los diputados de su partido, “satélites” y uno que otro de la oposición que “negocia” su voto por algún “cañonazo” de varios ceros, voten a favor de iniciativas muchas veces vergonzosas o descaradamente contra los intereses del pueblo.
         En este sentido, basta recordar el caso de las últimas cinco Legislaturas, cuyos coordinadores tuvieron un envidioso “colorín colorado” en el Congreso del Estado: Héctor Nemesio Esquiliano Solís, Eusebia del Rosario Ortiz Yeladaqui, Jesús Manuel Valencia Cardín, Luis Alberto González Flores y Eduardo Espinosa Abuxapqui, cabezas de la IX, X, XI, XII y XIII Legislatura, respectivamente.
         Salvo el caso del primero de ellos, que, sin embargo, se convirtió en diputado federal al término de su gestión, los demás ex legisladores, todos son priístas, inclusive Valencia Cardín, quien primero perteneció al partido y se pasó a Convergencia por la Democracia, hoy Movimiento Ciudadano, para alcanzar la diputación y hoy es más papista que el Papa. Tan viven periodos “de ensueño” en la administración pública, donde no conocen el desempleo de miles de paisanos.
         Ahora bien, en el caso de la XIII Legislatura, el primero cobrar sus honorarios por ese “amasiato” de Poderes fue Espinosa Abuxapqui, quien, encumbrado por el aparato logístico y económico del PRI, recién se convirtió en presidente municipal electo de Othón P. Blanco, creemos, en la infructuosa búsqueda de una segunda oportunidad por alcanzar la candidatura a la gubernatura del Estado.
         Otro de los diputados en alcanzar el siguiente “bono político”, conforme trascendió en los últimos días, sería el diputado Manuel Jesús Aguilar Ortega, quien sustituyó a aquél en la Coordinación y cuya suplente, Aracely Villanueva Chan -presidenta del Movimiento Territorial del PRI en OPB-, permaneció suspirando para que éste solicitara “licencia” desde hace unos meses para incorporarse supuestamente al Instituto Mexicano del Seguro Social.
         La trayectoria del funcionario incluye haber fungido como titular de la Secretaría Estatal de Salud, presidente del DIF-Municipal en OPB y director del Seguro Popular, aunque, como están las cosas, ignoramos si su incorporación al IMSS sea como médico o director de área, ya que las delegaciones federales, por lo que se ve, o bien son para yucatecos o para cozumeleños.
         Otro diputado que, al igual que él, tuvo en la disciplina su principal mérito en el reciente proceso electoral, es el chetumaleño Luis Torres Llanes, quien declinó en sus aspiraciones a la alcaldía de OPB en favor de Espinosa Abuxapqui, pero también “padece” el mismo problema de no ser yucateco ni cozumeleño para aspirar a la delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa)
         Ingeniero de profesión y profundo conocedor del campo, Torres Llanes, cuya principal fuerza proviene de su identificación con los trabajadores de las comunidades rurales, se perfilaba como mejor abanderado priísta que su correligionario, pero, sabedor de que no recibiría el apoyo de su partido, optó por no solicitar licencia y concluir su periodo.

         Sin embargo, independientemente de esa circunstancia, Torres Llanes podría convertirse en prueba de apoyo del gobernador Roberto Borge Angulo a los chetumaleños, por lo que, en caso de no poder negociar la Sagarpa, podría ubicarlo en Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural e Indígena (Sedari), con lo que mataría dos pájaros de una pedrada, ya que ¡también podría comenzar a “desmarcarse” del ex gobernador Félix González!, cuyo tío, González Flores, es precisamente el actual titular de la dependencia.

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