Chetumaleños, mal y de malas
Javier Chávez Ataxca
Pena Capital
Por vez primera en la historia de nuestro estado un chetumaleño no preside uno de los tres poderes. Apenas el sábado anterior José Luis Toledo Medina –de Playa del Carmen – fue designado Presidente de la Gran Comisión del Congreso, superando al capitalino Pedro Flota Alcocer, dirigente estatal del PRI y dos veces suspirante por la alcaldía de Othón P. Blanco.
No me parece una tragedia que esto ocurra, ya que nos da una idea de las condiciones en las que se encuentra una clase política –si es que cabe tal término a estas alturas – que se ha ido debilitando hasta permanecer en una cama de hospital, sin un moderado poderío de sus exponentes más visibles.
Antes de la designación de José Luis Toledo, la chetumaleña Lizbeth Loy Song Encalada fue desplazada como titular del Poder Judicial, medida saludable porque había permanecido en el puesto desde la abrupta salida de Joaquín González Castro.
El lugar de Lizbeth fue ocupado por Fidel Villanueva Rivero, de Cozumel.
Insisto: tragedia no es el desplazamiento de la “clase política” chetumaleña, ya que las posiciones no son merecidas, sino conquistadas por pertenecer a un proyecto político. Y en este caso el político chetumaleño enfrenta una realidad dolorosa que los incomoda, pero es lo justo para las dimensiones de su representatividad política.
Pero además el chetumaleño ya no ocupa una posición que le fue adjudicada por el ex gobernador Félix González Canto: la Secretaría de Gobierno. Y en este caso tampoco ellos dejaron una vara alta para sus sucesores, ya que se limitaron a nadar de a muertito, desinflando una posición que fue brillantemente ocupada por Juan Manuel Mercader Rodríguez en el gobierno de Miguel Borge Martín.
No veo a simple vista a chetumaleños con ese empuje que los ubique como candidatos naturales al ascenso. De hecho, muchos se encuentran muy cómodos en esa zona omitida por los reflectores, con excepción del Procurador Gaspar Armando García Torres, quien se ha aplicado al máximo en un área clave y difícilmente controlable, por el simple hecho de tener al enemigo en casa.
Cierto, Angel Torres Fritz ya no hace de las suyas en la dirección de Averiguaciones Previas porque fue reubicado, pero de todos modos hay mandos y policías judiciales que hacen de las suyas porque ese es su torcido concepto del servicio público.
Y retornando al tema de los chetumaleños, su nivel de mediocridad los ha ubicado en el sótano, ya que algunos se niegan a tomarse un respiro para dejar que nuevos talentos sean incorporados. Pero en cambio se aferran a sus posiciones, manteniéndose incluso por cuatro o cinco sexenios.
Algunos chetumaleños han dejado un mal sabor de boca en sus cargos. Un ejemplo inmediato: Rafael Alpuche Delgado como Secretario de Salud, cuyo período fue para el olvido, ya que nunca comprendió las dimensiones del desafío, reportando un puñado de muertos por dengue hemorrágico en Cozumel y la capital del estado.
Ni los galenos de Chetumal protestaron en redes sociales cuando fue desplazado para dar paso al cozumeleño Juan Ortegón Pacheco. Incluso, predominaron las manifestaciones de júbilo por su caída.
De hecho, me consta que Rafael Alpuche castigó indebidamente a más de un mando medio de la capital del estado, soltando las riendas de esa institución tan vital que siempre debe estar en manos capaces.
El político capitalino como grupo se sigue debilitando, en parte por su persistente divisionismo y porque ya no está a la vanguardia en estos tiempos. De hecho, considero que el más completo línea por línea es Manuel Valencia Cardin –Secretario Particular del Gobernador–, quien lleva el oficio político en las venas y ha acumulado experiencia.
Un hijo decepcionante se despide
En el otro polo se ubican políticos de la talla del alcalde capitalino Carlos Mario Villanueva Tenorio, cuyo punto de referencia es ser hijo del ex gobernador Mario Villanueva Madrid, ya que no alimentó un historial de aciertos y acabó en la lona, despreciado por muchos sectores sociales por hundir al Ayuntamiento hasta dejarlo hecho guacamole.
En el caso de este fallido alcalde, el peso del apellido fue enorme para la capacidad efectiva de un junior que no acumuló experiencia para tomar las riendas de un Ayuntamiento que ya estaba en malas condiciones, pero que en esta administración recibió el tiro de gracia.
Por cierto, ayer rindió su último informe Carlos Mario, quien encabezó una administración que osciló entre lo mediocre o lo pésima, dejando crecer todos los rezagos en áreas sensibles para la ciudadanía, como la basura y el transporte urbano, a los que se suman lotes baldíos repletos de maleza, aumento en la deuda pública, despidos de personal…
El tema del zoológico merece mención aparte, ya que fue un proyecto de primer mundo que fue lanzado a las aguas negras, abandonado del todo e incluso con frecuentes muertes de animales.
El panorama opuesto se vive en el décimo municipio de Bacalar, cuyo presidente del Concejo, Francisco Flota Medrano, llevó a buen puerto a esa demarcación debutante donde hay todo por hacer.
Por ironías del destino, Francisco Flota se comportó como un capitán ejemplar, como si hubiese enfrentado la aduana de las urnas. Como se sabe, fue palomeado para tomar las riendas de ese municipio que en buena hora tomó su propio camino, evitando el desastre que enfrentamos en Othón P. Blanco.
El récord de Marybel Villegas
Me llama la atención el caso de la diputada neo priista Marybel Villegas Canché. Porque más allá de su talento político que no se puede negar, ha destacado por haber militado en los tres partidos más importantes de nuestro país: PRD, PAN y PRI.
Recordemos que Marybel fue diputada local del PRD a partir de 2005, cuando Juan Ignacio García Zalvidea como candidato de oposición a la gubernatura puso en jaque al gobernador Joaquín Hendricks Díaz, cuya carta original para la gubernatura era Víctor Alcérreca Sánchez.
Tuve la oportunidad de ver a Marybel Villegas en acción, defendiendo a muerte al Chacho Zalvidea de los embates gubernamentales. Y en ese espectro de la política partidista encajaba muy bien.
Despreciada por el perredismo cuando el Chacho deja de ser una figura exprimible, Marybel dio el salto hacia el panismo, donde le abrieron las puertas incluso como diputada local.
En el pasado proceso federal de 2012, estando en juego la diputación por el tercer distrito con cabecera en Cancún, Marybel fue candidata del PAN y tuvo un desempeño decoroso, aunque quedó en tercera posición, superada por Graciela Saldaña Fraire (PRD) y Layra Lynn Fernández Piña (PRI).
Estoy convencido de que Marybel Villegas era la mejor de las candidatas, pero el efecto López Obrador hizo posible el triunfo de la perredista Graciela Saldaña, devuelta a la realidad en el pasado proceso electoral del siete de julio, cuando el PRI maniobró como una maquinaria 100 por ciento efectiva, capaz de derrotar el fenómeno electoral más temible.
Pero el PAN también trató muy mal a Marybel al cerrarle el paso para ser candidata a la alcaldía, por lo que el PRI la incorporó como candidata emergente –desplazó a Mario Castro Basto –para enfrentar a Trinidad García Argüelles, ex alcaldesa panista de Lázaro Cárdenas.
Ahora Marybel es diputada del Tricolor y titular de la Comisión de Asuntos Municipales. Una tarea que le proporciona una plataforma ideal para la revancha, y que para que la cuña apriete. Y vaya que se la deben perredistas y panistas.
Recordemos que Marybel fue impugnada por el PRD cuando era candidata del PAN en 2009, por el distrito de Cancún. La mujer de tres partidos había incurrido en actos precipitados de campaña, y al ser expulsada del proceso le dejó el camino libre a Carlos Joaquín González.
Ya en estas horas, me cuesta trabajo imaginar que alguien haya pasado por los tres partidos más importantes, lo que equivale a irle en un espacio de ocho años al América, Guadalajara y a los Pumas de la UNAM.
Si acaso es aceptable militar en el Verde Ecologista y en el Movimiento Ciudadano –antes llamado Convergencia –, aterrizando finalmente en uno de los partidos más conocidos.
El sur, abandonado a su suerte
El sur del estado es una zona sin ley, donde los delincuentes hacen de las suyas sin que la autoridad les ponga un alto. Sonadas ejecuciones han ocurrido en la capital sin que los mandos de seguridad pública hagan a un lado sus diferencias para que cierren filas a favor de la sociedad.
Me refiero al General Carlos Bibiano Villa Castillo y Gumersindo Jiménez Cuervo, titulares de Seguridad Pública a nivel estatal y en la capital del estado. Porque los malos de la película han dado zarpazos que agravian a la comunidad, llenando de luto a familias.
La hora de tender la mano
De todo corazón debemos tender la mano a las familias que enfrentan un escenario apocalíptico por las inundaciones y deslaves, perdiendo familias y propiedades que acumularon con tanto sudor.
Más allá de la lectura y la contemplación de estos escenarios dantescos, debemos acudir a los centros de acopio a aportar nuestro granito de despensa. Yo nunca daré dinero en efectivo por razones obvias –conozco a mis compatriotas –, pero recomiendo entregar la lata de atún y todo aprovechable en estas horas de negrura.
Hoy por ellos…
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