En
primera fila
IPAE, oscura “mina de
oro”
Solamente identificada como ex secretaria particular del
gobernador Roberto Borge Angulo, Claudia Romanillos Villanueva asumió el 11 de
abril del 2011 la titularidad del oscuro Instituto del Patrimonio e
Inmobiliario de la Administración Pública de Quintana Roo (IPAE) que, creado el
30 de mayo de 2005, durante el sexenio del ex gobernador Félix González como
Organismo Descentralizado de la Administración Pública Estatal, está a punto de
cumplir sus primeros ocho años en total opacidad.
No obstante tratarse de una dependencia estratégica de
gobierno como ente sectorizado de la Secretaría de Hacienda del Estado y con
jurisdicción en toda la entidad, lo último que se supo sobre su operatividad es
que hasta el ejercicio de diciembre del 2010 su patrimonio tenía un superávit superior
a 245.2 millones de pesos.
Con el único antecedente profesional de contar con un
supuesto título de Licenciada y haber sido consejera política nacional del PRI para
el periodo 2011-2014, la funcionaria chetumaleña relevó en el cargo a la no
menos desconocida Gina Patricia Ortiz Blanco, funcionaria inepta, ineficiente e
ineficaz, que truncó grandes proyectos inmobiliarios y de infraestructura, a lo
que se atribuyen tantos problemas con la construcción del aeropuerto de la
Riviera Maya.
Responsable de que en esa administración no se hubiera
conseguido un centímetro de tierra a través de la negociación con los dueños de
tierras, que todo compraron a precios altísimos, Gina Patricia, mujer soberbia
y sin escrúpulos, pequeña para el cargo que ostentaba, sin embargo, decía
haberlo obtenido simplemente por ser “comadre” del ex gobernador, aunque no
pocos lo atribuían a “otras” razones.
El caso de la nueva titular del IPAE también es de suyo
sospechoso, aunque lo único cierto es que se habla de un “noviazgo” con
“altísimo” funcionario estatal que le obsequió una casa en la Unidad
Residencial Andara, por cierto vaciada por amigos de lo ajeno, por lo que,
según “orejeó” la Dirección de Gobernación, estuvo supuestamente a punto de
costarle la chamba al Procurador General de Justicia del Estado.
Con justa razón súper “cerrado”, el Instituto, cuya Subdirección
General ocupa Jorge Mariano Morales Calzada, y su Unidad de Planeación, Víctor Manuel
Cámara Novelo, tiene una plantilla de 86 funcionarios, aunque su nómina es
igual de “oscura”, ya que algunos figuran ¡hasta con cuatro cargos!, como es el
caso de Aníbal Efraín Villanueva Polanco, quien aparece como titular de la Dirección
de Productos Inmobiliarios, los Departamentos de Planeación y Financiamiento y Proyectos
Estratégicos, y la Coordinación de Desarrollo y Comercialización (¿?)
Más aun, Isidro Góngora Martín figura como titular de la Subdelegación
Técnica y del Departamento de Obras,
mientras que Daniel Chi Chiquil aparece en nómina al frente de la Dirección de Finanzas
y Contabilidad, así como del Departamento de Contabilidad.
Así de “generosa” con sus subordinados, la funcionaria, sin
embargo, también se caracteriza por sus férreas decisiones, como fue el reciente
caso del violento desalojo de decenas de familias de 42 mil metros cuadrados de
terrenos de una colonia del antiguo ejido Calderitas, ubicado al final del
fraccionamiento Caribe de Chetumal, sobre el cual nunca quiso dar la cara por
el exceso de fuerza pública y la destrucción de las viviendas sin permitir
salvar pertenencias de ejidatarios.
Nueva muestra de oscuridad en la dependencia de Romanillos
Villanueva se refiere al conocido caso de la caleta del parque Xel-Ha que, con
una extensión de 110 mil metros cuadrados, concesionó en 1994 el entonces
gobernador Mario Villanueva Madrid al “Grupo Xcaret”, que encabezan Miguel
Quintana Pali, los hermanos Constandse-Madrazo y Francisco Córdova Lira, este
último cuñado de Marcos Constandse.
Durante casi dos décadas de operarlo como parque
ecoturístico, los empresarios han enfrentado acusaciones de no pagar impuestos
locales y federales, ya que se ignoran las condiciones en que el ex mandatario,
con aval del Congreso del Estado, otorgó esos terrenos que dejan millonarias utilidades,
aunque, de manera sorprendente Claudia Romanillos asegura “que no existe
concesión del Gobierno del Estado sobre los predios del Fideicomiso Caleta
Xel-Ha y del Caribe”, pese al Decreto de la VII Legislatura y que en el 2006 Félix
González ¡le extendió la concesión al Grupo Xcaret sobre los predios de Xel-Ha
por otros 30 años!.
También podríamos hablar de la sospechosa venta de las
Villas Deportivas Juveniles (antes CREA) de la zona hotelera a través del IPAE
para construir un edificio de 10 pisos, el cual se realizó sin licitación
pública durante el último año de Félix González, lo que Claudia Romanillos
oculta como “secreto de estado” y que permanece en opacidad pese a solicitudes a través de Instituto
Estatal de “Transparencia” y Acceso a la Información Pública.
¿Son las únicas cosas que se oculta en esa mina de oro?
Desde luego que no, ya que durante el gris sexenio del ahora senador el IPAE
vendió a particulares un total de 877 predios, aunque saber cuánto se pagó por
cada uno y quiénes los adquirieron requeriría de miles de horas, ya que la
dependencia se ha negado sistemáticamente a proporcionar esos datos, excepto un
número de folio que puede consultarse en el Registro Público de la Propiedad.
¿Por qué ocultar los montos? Obvio, Félix González vendió a
precios “preferenciales”, es decir, muy por debajo de su valor comercial real,
amén de que los beneficiarios fueron amigos, empresarios, familiares y
políticos, con lo que, “por lo menos”, no sólo él se habría hecho
multimillonario, sino que cumplió su promesa de distribuir la riqueza través de
esa “mina”…, pero sólo para favorecer a unos cuantos.
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradecemos utilizar un lenguaje formal