Los
agentes marinos le ordenaron al general retirado que abandone el lugar, al
mismo tiempo que pidieron refuerzos, para evitar cualquier sorpresa que pudiera
generar la intromisión del alto mando en este cateo.
“¿A dónde va?”, preguntó con autoridad uno de los elementos que resguardaban el lugar del operativo al general retirado Villa Castillo. “¿Qué acaso no sabes quién soy?”, respondió con carácter intimidatorio. “Soy el general Villa”, añadió, pero de todos modos le indicaron que se retirara del lugar que estaba siendo cateado.
Por Daniel Ramos
Chetumal, 8 de febrero.- Saldo aparentemente de cuatro detenidos, arrojó un operativo de la Secretaría
de Marina en un domicilio del supuesto narcotraficante Carlos Adelmar Cabañas Catzín, en avenida Benito Juárez
entre Camelias y Justo Sierra. El secretario de Seguridad Pública, Carlos Villa
Castillo, fue obligado a retirarse del lugar cuando pretendió intervenir en las
acciones de los marinos.
El
operativo de los elementos de Marina inició alrededor de las seis de la tarde y
se prolongó al menos durante dos horas.
Unos veinte marinos fuertemente armados ingresaron por tierra al domicilio
del presunto narcomenudista Carlos Cabañas Catzín, mientras que cinco efectivos
lo hacían a rappel desde un helicóptero, causando gran expectación entre los
vecinos de la colonia David Gustavo Gutiérrez.
Las primeras versiones que corrieron en el lugar fue había sido
aprendido el propio Carlos Cabañas Catzín, junto con un ex comandante de la
Agencia Federal de Investigaciones de la Base de Intercepción Aérea de apellido
Coronado y dos personas más.
Los federales llegaron en dos vehículos tipo Hummer y camionetas
todo terreno al domicilio ubicado sobre la avenida Benito Juárez número 284
entre Camelias y Justo Sierra. Debido a que las rejas se encontraban cerradas,
los militares utilizaron sus vehículos para ingresar por el techo, mientras que
otros cinco elementos del grupo reacción especial descendían a rappel desde un
helicóptero.
Personal de la Armada de México, con armas de grueso calibre se
apostaron sobre la avenida Benito Juárez rodeando una manzana entera, sin
permitir que civiles pudieran cruzar e inclusive vecinos del lugar tuvieron que
esperar varios minutos para poder ingresar a sus viviendas. Algunos peatones
que se acercaron fueron revisados como parte de la rutina de seguridad.
Fue
notaria la salida de dos camionetas con al menos cuatro personas detenidas, aunque
no hubo información oficial ni sobre personas ni enervantes asegurados.
El
secretario de Seguridad Pública, Carlos Bibiano Villa Castillo, intentó
intervenir de manera autoritaria en el cateo, sin embargo los agentes de Marina
no se dejaron intimidar y lo obligaron a retirarse junto con sus escoltas.
“¿A
dónde va?”, preguntó con autoridad uno de los elementos que resguardaban el
lugar del operativo al general retirado Villa Castillo. “¿Qué acaso no sabes
quién soy?”, dijo con carácter intimidatorio. “Soy el general Villa”, añadió,
pero de todos modos le indicaron que se retirara del lugar que estaba siendo
cateado.
Ante
tales acciones, decenas de curiosos que estaban en los alrededores le gritaron
“¡Fuera! ¡Fuera!” a Villa. “Esto es lo que debiste haber hecho antes, corrupto,
vete”. Y después añadieron: “¡Bravo, marinos; córranlo!” Y aplaudieron las
acciones de los marinos.
Por
cualquier situación, uno de los marinos pidió refuerzos para evitar alguna
sorpresa que pudiera generar la intromisión del secretario estatal de Seguridad
Pública. Pero, cabizbajo, Villa Castillo poco a poco se retiró del lugar a bordo
de la Suburban en la que había llegado, acompañado por varios de sus escoltas y
su vocero, Cesar Castilla.
Carlos Cabañas, uno de los zares del narcotráfico en
Quintana Roo, es pieza clave de la organización criminal que comandaba en
Argentina la modelo Angie Sanclemente Valencia. Este personaje usaba a bellas modelos
para transportar cocaína colombiana vía área de Argentina a México. En este
sentido, “El Monstruo” la recibía en el
Aeropuerto Internacional de Cancún, sin problema alguno, para después enviarlo
a Europa su destino final.
Con la detención y sentencia condenatoria a la modelo
colombiana, salen a relucir dos cosas importantes: la importancia que tiene
Carlos Cabañas Catzín en la estructura del narcotráfico internacional, al ser
pieza clave en la triangulación de la cocaína en su tránsito hacia el Viejo
Continente y la complicidad de las autoridades asignadas al Aeropuerto
Internacional de Cancún; en este caso la Policía Federal, al permitir el paso
del alcaloide sin mayor obstáculo, y que quedó al descubierto con el
aseguramiento de 55 kilos en Argentina.
“El Monstruo”, a
quien se le señala como operador del cártel de Sinaloa en el estado, y con base
de operaciones en el sur de Quintana Roo, tiene más de una década en la ilícita
actividad del narcotráfico; sin embargo, la PGR no ha emprendido investigación
alguna en su contra, de ahí que diversas voces cuestionen severamente al
Gobierno Federal por su evidente protección a Cabañas Catzín y por esta razón
se pasea sin problema alguno en Chetumal, ciudad donde tiene su residencia
particular, e incluso las autoridades estatales y municipales no se meten con
él.
Dirigentes de partidos políticos entrevistados al
respecto, quienes por cuestiones de seguridad personal pidieron que no se
publique sus nombres, exigieron al Gobierno Federal que deje de proteger a los
importantes miembros del Crimen Organizado que operan en Quintana Roo, porque
la PGR, autoridad competente en la materia, simple y sencillamente no actúa en
contra de ellos, y por esta razón, los delitos de alto impacto como son:
narcotráfico, secuestros, “levantones”, extorsión, entre otros, van en aumento,
por la impunidad con que se cometen.
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