Política y sociedad

jueves, 21 de marzo de 2013

¡Lenta “muerte” de la capital!



En primera fila
                        
  ¡Lenta “muerte” de la capital!
                                                          
         Antiguamente considerada como “cementerio” de los políticos del centro del país y como una ciudad de “castigo”, al que pocos profesionistas se atrevía a venir a causa de su elevada tasa de mortandad, principalmente por el paludismo, la capital de Quintana Roo despuntó tras su conversión de territorio a Estado libre y soberano que, con su atractivo como zona libre, presumía una floreciente economía como de los principales centros de inversión de la entidad.
         El dinero circulaba a manos llenas, a grado tal que pocos se daban el lujo de subemplear personal que, en muchos casos, provenía del interior de la República en busca de mejores oportunidades laborales, en una etapa que culminó con la fundación de la Universidad de Quintana Roo hace más de 20 años, durante el sexenio de Miguel Borge, cuando el comercio seguía siendo una de las principales actividades, pero se buscaba preparar jóvenes profesionistas.
         Concluido el programa de “zona libre”, concretado por el Gobierno Federal para promovernos como una de las dos nuevas entidades federativas, el comercio siguió siendo uno de los principales renglones de Chetumal, aunque paulatinamente fue rezagado por la actividad gubernamental en sus tres niveles, principalmente a través del magisterio, la milicia y, en menor grado, el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento.
         Así, esa dependencia laboral de los últimos años aumentó en torno a la burocracia hasta alcanzar, conforme información del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), prácticamente el 72 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), lo que significa que de cada 100 habitantes aptos para el trabajo 72 se desempeña de alguna dependencia de los gobiernos federal, estatal o municipal.
         En este sentido, si consideramos que el Ayuntamiento ha despedido a cerca de 500 trabajadores que alimentaban cada uno a un promedio de cinco personas -o sea, que el mitómano Carlos Mario Villanueva Tenorio afectó a más de dos mil 500 “bocas”- y que la falta de “derrama” perjudica también a proveedores y al comercio, que deja de venderle a desempleados, entonces podríamos entender la magnitud del daño que sufre esta capital, ya no digamos sólo por el desempleo, sino por el aumento de los índices delictivos que éste ocasiona
         Pero además, a raíz de que el cozumeleño Félix González convirtió al Gobierno del Estado en refugio de paisanos suyos en los mejores cargos y que su sucesor Roberto Borge Angulo continuó con esa tendencia, entonces se magnifica el problema para los chetumaleños, principalmente jóvenes profesionistas y demás veteranos no-sindicalizados, que han tenido que bajar la guardia, renunciar “voluntariamente”, subemplearse,  o bien recurrir al autoempleo.
         Por si fuera poco, salvo algunas, muy contadas excepciones, ante la falta de liderazgo político de Quintana Roo ante el centro del país, prácticamente todas las delegaciones federales continúan en manos de funcionarios foráneos que rezagan las aspiraciones de profesionistas chetumaleños y la experiencia de quienes conocen perfectamente las diferentes dependencias, pero carentes de algún “padrino” que les proporcione el “espaldarazo” necesario.
         Bueno, como en todo, existen excepciones que confirman la regla, en es el caso de Luis García Silva que, recién concluida su gestión como diputado federal, este miércoles surgió como nuevo representante estatal de la Secretaría de Economía, gracias, se sabe, a los buenos oficios de su familiar político local, el empresario hotelero Norman Angulo McLiberty, con quien se congratulan por sus múltiples apoyos el ex gobernador Félix González y el propio Roberto Borge.
         Fuera de ello, las delegaciones de esta capital, por el contrario, se han ido perdiendo con los años, como es el caso del ISSSTE, en tres ocasiones, aunque se asegura que la próxima heredera sería la Oficial Mayor del mandatario, Rosario Ortiz Yeladaqui, amiga íntima de la tía del mandatario estatal, Rosalía Janetti de Borge, circunstancia que le ha permitido a la funcionaria ocupar diversos cargos de relativa importancia en el gobierno, aunque ninguno de elección popular.
         Ante este sombrío panorama, surge la lucha de un grupo de jóvenes profesionistas chetumaleños que, en busca de que la Zona Sur recupere el liderazgo económico como capital del Estado más turístico del país, ofrecen su preparación académica, experiencia y cariño por Chetumal a las autoridades competentes y elevan su demanda a éstas para que sea una capital digna, con las fuentes de empleo necesarias para el sostenimiento de las miles de familias que hoy observan impotentes cómo “muere” paulatinamente la cuna de los Poderes y obliga a la migración de sus habitantes, en una agónica situación en la que sólo sobrevive la burocracia cautiva.
         Uno de los principales promotores de esa lucha es el Ing. Cristóbal Pelayo Ku, catedrático del Instituto Tecnológico de Chetumal, un profesionista que, egresado del Instituto Politécnico Nacional, busca el apoyo de las personas más representativas, políticos, empresarios y sociedad civil para una capital más digna que resurja de entre sus cenizas como el Ave Fénix.
         Así pues, las cartas están sobre la mesa, y ya sólo falta que “tu gobernador te cumple” para demostrar éste su supuesto compromiso con estos chetumaleños que, así como reprobaron la candidatura del presidente Enrique Peña Nieto en las recientes elecciones, también podrían hacer lo propio contra el PRI en los próximos meses. No olvidemos que, “gracias” al “Junior” Villanueva Tenorio, presidente municipal del desempleo de Othón P. Blanco, ¡los chetumaleños estamos muy enojados!... ¡Y no es indio el que no se venga! (del verbo vengar)
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO

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