En
primera fila
¡Lenta “muerte” de la
capital!
Antiguamente considerada como “cementerio” de los políticos
del centro del país y como una ciudad de “castigo”, al que pocos profesionistas
se atrevía a venir a causa de su elevada tasa de mortandad, principalmente por el
paludismo, la capital de Quintana Roo despuntó tras su conversión de territorio
a Estado libre y soberano que, con su atractivo como zona libre, presumía una
floreciente economía como de los principales centros de inversión de la
entidad.
El dinero circulaba a manos llenas, a grado tal que pocos se
daban el lujo de subemplear personal que, en muchos casos, provenía del
interior de la República en busca de mejores oportunidades laborales, en una
etapa que culminó con la fundación de la Universidad de Quintana Roo hace más
de 20 años, durante el sexenio de Miguel Borge, cuando el comercio seguía
siendo una de las principales actividades, pero se buscaba preparar jóvenes
profesionistas.
Concluido el programa de “zona libre”, concretado por el
Gobierno Federal para promovernos como una de las dos nuevas entidades
federativas, el comercio siguió siendo uno de los principales renglones de
Chetumal, aunque paulatinamente fue rezagado por la actividad gubernamental en
sus tres niveles, principalmente a través del magisterio, la milicia y, en
menor grado, el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento.
Así, esa dependencia laboral de los últimos años aumentó en
torno a la burocracia hasta alcanzar, conforme información del Instituto
Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), prácticamente el 72
por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), lo que significa que de
cada 100 habitantes aptos para el trabajo 72 se desempeña de alguna dependencia
de los gobiernos federal, estatal o municipal.
En este sentido, si consideramos que el Ayuntamiento ha
despedido a cerca de 500 trabajadores que alimentaban cada uno a un promedio de
cinco personas -o sea, que el mitómano Carlos Mario Villanueva Tenorio afectó a
más de dos mil 500 “bocas”- y que la falta de “derrama” perjudica también a
proveedores y al comercio, que deja de venderle a desempleados, entonces podríamos
entender la magnitud del daño que sufre esta capital, ya no digamos sólo por el
desempleo, sino por el aumento de los índices delictivos que éste ocasiona
Pero además, a raíz de que el cozumeleño Félix González
convirtió al Gobierno del Estado en refugio de paisanos suyos en los mejores
cargos y que su sucesor Roberto Borge Angulo continuó con esa tendencia,
entonces se magnifica el problema para los chetumaleños, principalmente jóvenes
profesionistas y demás veteranos no-sindicalizados, que han tenido que bajar la
guardia, renunciar “voluntariamente”, subemplearse, o bien recurrir al autoempleo.
Por si fuera poco, salvo algunas, muy contadas excepciones,
ante la falta de liderazgo político de Quintana Roo ante el centro del país, prácticamente
todas las delegaciones federales continúan en manos de funcionarios foráneos
que rezagan las aspiraciones de profesionistas chetumaleños y la experiencia de
quienes conocen perfectamente las diferentes dependencias, pero carentes de algún
“padrino” que les proporcione el “espaldarazo” necesario.
Bueno, como en todo, existen excepciones que confirman la
regla, en es el caso de Luis García Silva que, recién concluida su gestión como
diputado federal, este miércoles surgió como nuevo representante estatal de la
Secretaría de Economía, gracias, se sabe, a los buenos oficios de su familiar
político local, el empresario hotelero Norman Angulo McLiberty, con quien se
congratulan por sus múltiples apoyos el ex gobernador Félix González y el propio
Roberto Borge.
Fuera de ello, las delegaciones de esta capital, por el
contrario, se han ido perdiendo con los años, como es el caso del ISSSTE, en
tres ocasiones, aunque se asegura que la próxima heredera sería la Oficial
Mayor del mandatario, Rosario Ortiz Yeladaqui, amiga íntima de la tía del
mandatario estatal, Rosalía Janetti de Borge, circunstancia que le ha permitido
a la funcionaria ocupar diversos cargos de relativa importancia en el gobierno,
aunque ninguno de elección popular.
Ante este sombrío panorama, surge la lucha de un grupo de
jóvenes profesionistas chetumaleños que, en busca de que la Zona Sur recupere
el liderazgo económico como capital del Estado más turístico del país, ofrecen
su preparación académica, experiencia y cariño por Chetumal a las autoridades
competentes y elevan su demanda a éstas para que sea una capital digna, con las
fuentes de empleo necesarias para el sostenimiento de las miles de familias que
hoy observan impotentes cómo “muere” paulatinamente la cuna de los Poderes y
obliga a la migración de sus habitantes, en una agónica situación en la que
sólo sobrevive la burocracia cautiva.
Uno de los principales promotores de esa lucha es el Ing.
Cristóbal Pelayo Ku, catedrático del Instituto Tecnológico de Chetumal, un profesionista
que, egresado del Instituto Politécnico Nacional, busca el apoyo de las
personas más representativas, políticos, empresarios y sociedad civil para una
capital más digna que resurja de entre sus cenizas como el Ave Fénix.
Así pues, las cartas están sobre la mesa, y ya sólo falta
que “tu gobernador te cumple” para demostrar éste su supuesto compromiso con
estos chetumaleños que, así como reprobaron la candidatura del presidente
Enrique Peña Nieto en las recientes elecciones, también podrían hacer lo propio
contra el PRI en los próximos meses. No olvidemos que, “gracias” al “Junior”
Villanueva Tenorio, presidente municipal del desempleo de Othón P. Blanco, ¡los
chetumaleños estamos muy enojados!... ¡Y no es indio el que no se venga! (del
verbo vengar)
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO
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