Política y sociedad

lunes, 8 de abril de 2013

¡Diputados, “de juguete”!



 En primera fila
                       
 ¡Diputados, “de juguete”!
                                                              

         En una nueva muestra de la burla de gobierno a la población, y aunque Usted no lo crea, la XIII Legislatura del Congreso del Estado instrumentó una serie de cursos de “capacitación” para más del 70 por ciento de los nuevos diputados locales que, por cuestiones de interés netamente personal, que no social, deberán incorporarse a sus tareas inherentes al Poder Legislativo ante la solicitud de licencia de los titulares de esas curules.
         En efecto, ante la búsqueda de mejores oportunidades políticas -y, sobre todo, económicas- la mayoría de esos funcionarios que tuvieron la posibilidad de ser electos diputados suplentes hoy se convertirán en flamantes titulares por haberse “licenciado” los titulares, la mayoría de ellos en pos de la candidatura por alguna presidencia municipal que, desde luego, no necesariamente les entregará el gobernador Roberto Borge Angulo.
         Aunque en la práctica, y por cuestiones de “forma”, se insista en que dicha candidatura las decidirá su partido, al menos en el caso del PRI se sabe que sólo existe un poder que decide todo entre sus correligionarios, es decir el Poder Ejecutivo, del que depende el partido, ya que no se trata de un jefe del Ejecutivo que dependa del tricolor. Quizá entre  la oposición las cosas sean diferentes, eso sí, en tanto el poder no esté en sus manos.
         Ahora bien, en el caso del Congreso del Estado, desde antes que los diputados solicitaran licencia, ya el ahora ex coordinador de la Legislatura, Eduardo Espinosa, se había dado a la tarea de instrumentar esa capacitación para los suplentes, ya que, como seguramente se imaginará Ud., los titulares ya habían recibido “permiso” -“línea” se dice en el “argot” político- para solicitar licencia por existir nuevos planes para ellos.
         En este sentido, no todos los priístas -ni sus medios hermanos del Verde Ecologista- extendieron su solicitud, salvo los que sabían tener posibilidades reales de alcanzar la candidatura u otro cargo de mejor nivel en la administración pública, en tanto que otros más, los “disciplinados”, se vieron en la necesidad de permanecer quietos, tal y como fue el caso de los priístas Manuel Aguilar Ortega y Luis Torres Llanes.
         El primero de ellos se convirtió finalmente en el nuevo flamante coordinador del Congreso del Estado, mientras que el segundo, como decíamos en su momento, carece de un “padrino” que lo impulse, y de ahí que se verá en la necesidad de concluir su periodo, pese a que aspiraba a la presidencia municipal de OPB.
         No crea Ud. que para Espinosa Abuxapqui será fácil empresa de ser alcalde nuevamente, pese a que así lo ha anunciado en la red social de facebook, donde no todas las reacciones fueron tan positivas como esperaba en un mensaje que firma como “Eduardo Abuxapqui”. Por cierto, hasta hoy se ignora por qué siempre ha despreciado el apellido Espinosa que le dio su padre, un hombre de gratos recuerdos para los chetumaleños de buena memoria.
         Pero, bueno, lo cierto es que el hecho de que aspire a suceder al mitómano Carlos Mario Villanueva y para ello haya solicitado licencia, no significa necesariamente que ya lo haya decidido el gobernador Roberto Borge, quien cuenta con mejores alternativas, amén de que cualquiera podría emular el nulo “trabajo” del actual alcalde priísta, inclusive alguien de la propia oposición.
         Ahora bien, lo verdaderamente preocupante de todo esto es que, salvo algunas honrosas excepciones, el Congreso del Estado contará con una Legislatura “de juguete” en los próximos cinco meses, con la mayoría de diputados suplentes, aprendices, carentes de la más mínima noción del significado de legislar, aunque, al igual que sus antecesores habrán aprendido lo más elemental: Levantar la mano para decir “aprueba” o, en su caso, “en contra”, cuando la iniciativa sea de la oposición.
         Es  el colmo que, con más de 38 años de existencia, el Poder Legislativo no haya instrumentado hasta hoy alguna manera de evitar que los suplentes a diputado sean simples “cuotas” de poder de sectores que condicionan el voto de su gremio a una posición que después los convierte en niños de una “escuelita”, donde deben tomar un curso “al vapor”, de 15 simples días, para convertirse en “flamantes” diputados de un pueblo que aspira a contar con representantes populares realmente ca-pa-ci-ta-dos, pero no en unos días u horas. Que con su pan se lo coman.
   
 Por Luis A. CABAÑAS BASULTO

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Agradecemos utilizar un lenguaje formal