En primera fila
El ISSSTE, “botín” de
políticos
Con un envidiable currículum que lo
convirtió en una de las más jóvenes promesas políticas de Quintana Roo, el
cozumeleño Carlos Rafael Hernández Blanco, de 46 años de edad, se perfila para
ocupar la delegación estatal del ISSSTE, donde hasta hoy sigue despachando
Héctor Alejandro Tovar Santos, un ex delegado
peninsular del Sistema de Administración de Bienes Asegurados de la Secretaría
de Hacienda (SAE) y ex ejecutivo de Nacional Financiera (Nafin)
Apenas nombrado en marzo último en
relevo del ex diputado Carlos Gutiérrez García, quien renunciara
sorpresivamente tras el “divorcio” de la dirigencia del SNTE con el presidente
Enrique Peña Nieto -para convertirse en candidato del Partido Nueva Alianza para
la diputación por el II Distrito-, Tovar Santos heredó esa institución donde la
poblana Susana Ahedo Robles fue acusada durante nueve años y en numerosas ocasiones
de una serie de irregularidades y malos manejos.
Pese a que Tovar Santos continúa
despachando como si nada en la controvertida oficina de la avenida 22 de enero,
el virtual nuevo delegado -si el diablo no mete la cola- se ha estado
presentando en diversos eventos y áreas de ese Instituto que, no da una entre
sus miles de derechohabientes de la clínica que, para muchos, ya debiera
desaparecer y subrogar sus servicios ante su manifiesta inutilidad.
Situaciones como ésta es parte de la
negra “herencia” que espera al que el entonces gobernador Félix González
nombrara como titular de la naciente Secretaría del Trabajo, tras lo cual le
obsequiaría la Notaría Pública número 67, como parte del último paquete de
polémicas notarías que autorizó antes de dejar su cargo para convertirse en
Senador, y cuya inauguración apadrinó el gobernador Roberto Borge Angulo en la
avenida Bonampak, Supermanzana 3, Manzana 1 de Cancún.
Entre otros, Hernández Blanco fungió
como alcalde de Cozumel (2002-2005) -compitió contra el panista Troy Becerra
Palma-, justo al terminar el periodo de Félix González, aunque su vasta
trayectoria incluye haber sido Secretario de la delegación de la PGR en Mérida;
secretario auxiliar en el Fonatur, y secretario privado del Secretario de
Turismo, Pedro Joaquín Coldwell.
Casado con Adriana Teissier Navarro,
hija del destacado columnista Ernesto Julio Teissier, también se desempeñó como
secretario de Asuntos Jurídicos y subsecretario de Desarrollo Político de la
Secretaría de Gobierno; secretario particular del ex gobernador Mario
Villanueva Madrid; diputado local por la IX Legislatura (1999-2001); presidente
del CDE del PRI (2000 y 2001) y representante del ex gobernador Félix González
en la Zona Norte (2005-2007)
Con estas brillantes credenciales, el
cozumeleño, quien ya debería estar nombrando suplente en la Notaría, se apresta
a ocupar una dependencia que, convertida en “botín” de políticos, sin embargo,
y contra todo sentido común, jamás de los jamases ha sido encabezada por algún
profesional de la medicina o, por lo menos, algún trabajador del propio ISSSTE,
a pesar de contar con gente preparada y con suficiente capacidad y trayectoria.
Al menos, podemos presumir que es una
de las pocas dependencias federales en las que ha estado al frente en su
momento un quintanarroense, un chetumaleño para ser concretos, aunque en los
últimos años, sobre todo a raíz del gris sexenio de Félix González, cuando
inició la arribazón de cozumeleños, hoy volvería a repetirse la historia con un
paisano suyo que, de medicina, sabe lo mismo que nosotros de arquitectura.
Así, por ejemplo, al menos hasta donde
recordamos, además de Gutiérrez García, otros chetumaleños que han fungido como
delegados del ISSSTE son los ingenieros Antonio Erales Sabido y Diego Rojas
Zapata.
De ser nombrado delegado, la primera
tarea de Hernández Blanco será ponerse en contacto con el recién electo delegado
y virtual próximo secretario general del sindicato de trabajadores del ISSSTE,
el otorrinolaringólogo chetumaleño Tarquinio José Ortega Otero, vencedor de las
elecciones estatales, y quien tendrá como principal reto sanear una agrupación
que, hasta hoy encabezada por Daniel Alvarez, sólo ha tenido un fuerte hedor a
lo que dejó Susana Ahedo. Imagínese Usted de qué hablamos.
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