Gabriel Mendicuti Loría. |
Uno de los colaboradores más controvertidos durante la
administración de Félix González, el ex alcalde de Solidaridad, el yucateco
Gabriel Mendicuti Loría, quien inició ese sexenio como titular de SINTRA, se
convirtió de la noche a la mañana en titular de la Secretaría de Gobierno,
equivalente a la “vicegubernatura” de Quintana Roo.
Enviado en
septiembre del 2009 a la SEDARI en un enroque que involucró al cozumeleño
Víctor Alcérreca Sánchez, dio lugar a un sinnúmero de “lecturas” que, sin
embargo, tienen que ver con acusaciones de corrupción ante la frustrada
construcción del aeropuerto de la Riviera Maya, en Tulum, anunciada que el
entonces titular de la SCT, Juan Molinar Horcasitas.
Exitoso
empresario en la fábrica de materiales de construcción, que aprovechó para
negociar con el otorgamiento de permisos y licencias condicionado a la compra
de insumos en su negocio, como fue el caso del estacionamiento de Sam’s, la
reparación de avenidas y el surgimiento de nuevas colonias, tejió una
maraña de intereses con sus empresarios paisanos José Antonio y Roberto Chapur
Zahoul, en tanto “apalabró” con Fernando Chico Pardo, dueño del Grupo
Aeroportuario del Sureste (ASUR), la adjudicación de la obra del aeropuerto.
Originario
de un Estado donde existe un nativismo que se trató de implantar
infructuosamente en Quintana Roo, el hoy principal colaborador del gobernador
Roberto Borge Angulo, contaba con información privilegiada en torno a la
ubicación del nuevo aeropuerto, para lo cual el Gobierno del Estado aportaría
reserva territorial, por lo que acaparó tierras o permitió que lo hicieran sus
amigos y socios.
El frustrado
caso del aeropuerto no sería el único rastro de la serie de anomalías en las
que se involucró nuestro personaje -también se incluye el del complejo
“Agroindustrial Hidroponía Maya”, de la que hablaremos en otra oportunidad-, se
denunció que, a través de empresas constructoras suyas -otras con
prestanombres-, se alistaba para adjudicarse los más jugosos contratos de esa
obra, en la que se esperaba invertir inicialmente 4 mil 100 millones de pesos
de la iniciativa privada en una construcción de entre 3 y 4 años.
Entre las
empresas de las que era propietario o accionista, denunciaba el periodista
Carlos Cantón, se incluyen Aguila Constructora del Sureste y Sac-bé
Construcciones, cuyos representantes legales son los hermanas yucatecas María
José Alejandra y Claudia Ivette Valejjo Hau, sus supuestas prestanombres;
CICSA, propiedad de Víctor Loría Moguel, emparentado con Mendicuti Loría y
quien mantenía el monopolio de prefabricados para puentes y desniveles en Quintana
Roo, y Block México, dedicada a la extracción y fabricación de materiales de
construcción.
Para ese
entonces, el funcionario buscaba recuperar los recursos que aportó en una
“guerra sucia” para boicotear la campaña del ex diputado federal, Carlos Joaquín
González, a quien considera su enemigo y cuya carrera política ha buscado
frenar, aunque también se asegura que costeó campañas políticas del PRI e
incuso de los panistas Maribel Villegas Canché y Julián Aguilar Estrada.
Las empresas
de Mendicuti Loría resultaron las más beneficiadas con licitaciones públicas,
como en los casos de la construcción de los estadios de los Tigres y Atlante;
el Polifórum, puentes y el distribuidor vial de Cancún; arcos viales y tramos
carreteros.
Un periódico
que se publica en Cancún relató el 24 de julio de 2009 otra forma en que se
habría enriquecido con la compra y, en muchos casos, despojo de tierras
cercanas a obras municipales, estatales y federales; predios utilizados para
extraer material pétreo para compactar pisos para carreteras y otras
vialidades.
En tanto, el
diario Reforma publicó el 10 de agosto de 2008 cómo se apropió de predios
cercanos a donde se construiría el aeropuerto de la Riviera Maya, para lo cual
buscaba obtener legalmente terrenos nacionales en sitios cercanos a proyectos
estratégicos de desarrollo, con predios de entre 31 y 626 hectáreas de
Solidaridad, Tulum, Lázaro Cárdenas y Othón P. Blanco.
Añadió que
en 2003, siendo alcalde de Playa del Carmen, apoyó a los hermanos Chapur Zahoul
influyendo para que el aeropuerto fuera en terrenos que los yucatecos habrían
arrebatado a posesionarios originales, ya que había estado vinculado con ellos
cuando fungía como presidente de la Asociación de Pequeños Propietarios Rurales
de Quintana Roo.
Puntualizó
que como alcalde, Mendicuti, quien se asoció para sus negocios millonarios con
Miguel Angel Dagdug, entonces presidente de los Pequeños Propietarios, y
Margarita Tadeo Olvera, conocida prestanombres, en tanto acordó con los dueños
de la cadena Palace Resort establecer el aeropuerto en los terrenos que los
Chapur se agenciaron indebidamente, aunque la SCT decidió finalmente desechar
el proyecto y cambiarlo a otro lugar.
En este
sentido, haber sido coordinador de la campaña presidencial de Enrique Peña
Nieto no fue la principal virtud del hombre para ser convertirse en “segundo de
a bordo” -asómbrese Usted- en un Estado del que no es nativo.
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO
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