En
primera fila
Futuro de diputados, en ciernes
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Aun cuando mucho se ha dicho en torno a los ex diputados
locales, lo único cierto es que, salvo el caso de los representantes de la
oposición -claro, no los de partidos “satélites”- y algunas excepciones, la
mayoría de ellos ha concluido su periodo con un futuro político asegurado en
los diversos niveles de la administración pública, lo que seguramente será el
caso de los todavía miembros de la XIII Legislatura.
Nos referimos concretamente a los legisladores priístas, a
los que, salvo honrosas excepciones, el gobernante en turno suele “colocar” en
su gabinete en una clara muestra de “agradecimiento” por su invariable,
incondicional apoyo a su administración, con la no menos invariable aprobación
de sus iniciativas de ley. ¿O acaso sabe Usted de alguna que se hubieran
“atrevido” a rechazar? ¿Verdad que no?
Precisamente de ahí radica el que prácticamente la mayoría
de los quintanarroenses no los pueda denominar como representantes populares, o
bien que este último término se escriba entre comillas, ya que, de hecho, no
suelen trabajar precisamente para el pueblo, sino para el Jefe del Ejecutivo en
turno.
También precisamente de ahí surge el agradecimiento gubernamental
tras el término de las Legislaturas, aunque esa muestra comienza desde antes,
con ocasión de los “destapes” de presuntos precandidatos a los cargos de
representación popular, es decir presidentes municipales y sus planillas, algo
similar al de las diputaciones que buscan los alcaldes en turno.
Como era de esperarse, los primeros en recibir las muestras
de reciprocidad por la complicidad de Poderes Legislativo-Ejecutivo son los
coordinadores en turno, responsables de que todos los diputados de su partido,
“satélites” y uno que otro de la oposición que “negocia” su voto por algún
“cañonazo” de varios ceros, voten a favor de iniciativas muchas veces
vergonzosas o descaradamente contra los intereses del pueblo.
En este sentido, basta recordar el caso de las últimas cinco
Legislaturas, cuyos coordinadores tuvieron un envidioso “colorín colorado” en
el Congreso del Estado: Héctor Nemesio Esquiliano Solís, Eusebia del Rosario
Ortiz Yeladaqui, Jesús Manuel Valencia Cardín, Luis Alberto González Flores y
Eduardo Espinosa Abuxapqui, cabezas de la IX, X, XI, XII y XIII Legislatura,
respectivamente.
Salvo el caso del primero de ellos, que, sin embargo, se
convirtió en diputado federal al término de su gestión, los demás ex
legisladores, todos son priístas, inclusive Valencia Cardín, quien primero perteneció
al partido y se pasó a Convergencia por la Democracia, hoy Movimiento
Ciudadano, para alcanzar la diputación y hoy es más papista que el Papa. Tan viven
periodos “de ensueño” en la administración pública, donde no conocen el
desempleo de miles de paisanos.
Ahora bien, en el caso de la XIII Legislatura, el primero
cobrar sus honorarios por ese “amasiato” de Poderes fue Espinosa Abuxapqui,
quien, encumbrado por el aparato logístico y económico del PRI, recién se
convirtió en presidente municipal electo de Othón P. Blanco, creemos, en la
infructuosa búsqueda de una segunda oportunidad por alcanzar la candidatura a
la gubernatura del Estado.
Otro de los diputados en alcanzar el siguiente “bono
político”, conforme trascendió en los últimos días, sería el diputado Manuel
Jesús Aguilar Ortega, quien sustituyó a aquél en la Coordinación y cuya suplente,
Aracely Villanueva Chan -presidenta del Movimiento Territorial del PRI en OPB-,
permaneció suspirando para que éste solicitara “licencia” desde hace unos meses
para incorporarse supuestamente al Instituto Mexicano del Seguro Social.
La trayectoria del funcionario incluye haber fungido como
titular de la Secretaría Estatal de Salud, presidente del DIF-Municipal en OPB
y director del Seguro Popular, aunque, como están las cosas, ignoramos si su
incorporación al IMSS sea como médico o director de área, ya que las
delegaciones federales, por lo que se ve, o bien son para yucatecos o para
cozumeleños.
Otro diputado que, al igual que él, tuvo en la disciplina su
principal mérito en el reciente proceso electoral, es el chetumaleño Luis
Torres Llanes, quien declinó en sus aspiraciones a la alcaldía de OPB en favor
de Espinosa Abuxapqui, pero también “padece” el mismo problema de no ser
yucateco ni cozumeleño para aspirar a la delegación de la
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(Sagarpa)
Ingeniero de profesión y profundo conocedor del campo, Torres
Llanes, cuya principal fuerza proviene de su identificación con los
trabajadores de las comunidades rurales, se perfilaba como mejor abanderado
priísta que su correligionario, pero, sabedor de que no recibiría el apoyo de
su partido, optó por no solicitar licencia y concluir su periodo.
Sin embargo, independientemente de esa circunstancia, Torres
Llanes podría convertirse en prueba de apoyo del gobernador Roberto Borge Angulo
a los chetumaleños, por lo que, en caso de no poder negociar la Sagarpa, podría
ubicarlo en Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural e Indígena (Sedari),
con lo que mataría dos pájaros de una pedrada, ya que ¡también podría comenzar a
“desmarcarse” del ex gobernador Félix González!, cuyo tío, González Flores, es
precisamente el actual titular de la dependencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradecemos utilizar un lenguaje formal