En primera fila
Nueva lección, ¡ahora
de Yucatán!
Pionero en materia jurídica y de salud,
Yucatán volvió a dar la nota del día en el Sureste, ahora en seguridad, con la
primera unificación de su policía preventiva con mando único, renglón en el que
varios Estados han estado trabajando a lo largo y ancho de todo el país, pero
que, ante la existencia de múltiples intereses, del propio crimen organizado,
entre otros, no se ha logrado concretar.
Al este avance de los vecinos yucatecos
se suma su envidiable sistema legal, al que desde años atrás se incorporaron
los juicios orales que recién se aprobaron para Quintana Roo, donde, dígase lo
que se diga, seguimos un tanto relegados porque nuestros legisladores están más
preocupados en “grillar” que en trabajar para lo que fueron electos y permiten al
Jefe del Ejecutivo convertirse en el gran legislador del Estado con sus
iniciativas.
Con una aún incipiente carrera de
Derecho que inició junto con la creación de la Universidad de Quintana Roo, lo
que no demerita la capacidad de los profesionistas egresados en esa
especialidad -pese a que muchos de ellos optaron por el servicio público- la
entidad aún compite con los Abogados yucatecos, a los que se suele contratar
para los juicios más complicados -sobre todo en Chetumal-, ante el aparente
interés personal de muchos paisanos con la administración pública.
Pero además, lamentablemente, los
diversos organismos en ese renglón únicamente hacen su aparición en tiempos
electorales para pronunciarse en favor de determinado candidato -ya lo adivinó
Usted, priísta generalmente-, pero durante el periodo de su dirigente y durante
todo el sexenio, no se habla de organización de seminarios, talleres y demás
foros de capacitación que, aunque a veces carentes de valor curricular, permiten
al menos una mayor profesionalización de los participantes.
En el caso del sector salud ocurre algo
similar con el tratamiento de determinadas enfermedades, ya que quienes cuentan
con recursos suficientes prefieren viajar a Yucatán, aunque aquí no podríamos
culpar a los médicos de su falta de interés en actualizarse, pues existen
permanentes cursos, maestrías, seminarios y talleres -muchos de ellos bastante
onerosos-, aunque no es suficiente para ganarse toda la clientela.
Pero, vaya, por lo menos “no se mueren
de hambre” -algunos tienen hasta tres empleos-, ya que, ante el pésimo servicio
de instituciones como el Seguro Social e ISSSTE, la gente hace un esfuerzo por
acudir a alguna clínica o médico particular, inclusive los provenientes del
sector rural, que venden hasta sus animales o demás propiedades ante el
tratamiento de alguna grave enfermedad, aunque en este último caso, en primera
instancia, prefieren viajar a Mérida.
Con todo, creemos que parte del avance
del renglón en Yucatán deriva de la antigüedad de su afamada Escuela de
Medicina, de donde egresan los mejores médicos del Sureste que, aunque Ud. no
lo crea, prefieren hacer su servicio social en nosocomios públicos como el
Hospital O’Horán, debido a que obtienen mayores conocimientos con los mejores y
más antiguos médicos de la región.
Ahora bien, en el caso de la policía
preventiva, Yucatán se había mantenido en los últimos años en los primeros
lugares en materia de seguridad a nivel nacional, a grado tal que tan sólo en
2012 pudo presumir de no haberse registrado ninguna muerte en la entidad como
consecuencia del crimen organizado, así como de no figurar su policía entre los
primeros en ser demandas ante la Comisión de Derechos Humanos, como ocurre en
el caso de Quintana Roo.
¿Cuál es el secreto? Se llama
ca-pa-ci-ta-ción. Así de simple y llano. No hay que darle muchas vueltas al
tema, pero una capacitación a conciencia y no sólo para justificar recursos
ante la Federación o para que algunos viajen sospechosamente a otros países
para prepararse en un tema que, o bien no se aplica o se aplica mal en Quintana
Roo, volvemos a lo mismo, por falta de gente capacitada.
Ignoramos qué tipo de personal se
contrate en Yucatán, pero en Chetumal se hace con cualquiera que haya concluido
sus estudios de primaria, independientemente de su vocación, de ahí que lo
mismo se trate de ex albañiles, carpinteros, meseros o cualquiera que demande
de un ingreso para alimentar a su familia, independientemente también de su
monto, ya que, se sabe, suelen “completarlo” con sus tradicionales robos o
“mordidas” de quienes tienes la desgracia de caer en sus manos, que también
podrían sufrir de una violación, en el caso de las damas, tal y como recién
ocurrió.
Lo cierto es que primero habremos de
capacitar adecuadamente a nuestros policías, entre otros para saber cuándo se
utiliza un arma -nunca para presumir o espantar gente, como este domingo en la
colonia Del Bosque-, aunque también se podría intentar tras unificarlas en un
sólo mando que, aunque suene como policía centralizadora, es mejor que pensar
en dar “bandazos” a ciegas o con problemas de autonomía municipal.
Se pretextarán resistencias en algunos
municipios por ser de oposición, pero lo cierto es que también los hay en
Yucatán, y eso que hablamos de la unificación de ¡más de 106!, cuyos
Ayuntamientos avalaron a sus corporaciones integrar
una red que, coordinada por las policías estatal y federal,
blindarán el Estado y accionarán operativos para combatir la delincuencia. ¿Estaremos condenados a presumir sólo
de nuestro turismo y permanecer rezagados en todos los demás renglones?
Por
Luis A. CABAÑAS BASULTO
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