Política y sociedad

viernes, 12 de abril de 2013

¡Otro “burro hablando de orejas”!



En primera fila
                      ¡Otro “burro hablando de orejas”!
                                                          

Dos años después de constituido y hábilmente “manejado” a su antojo por el primer edil, el Cabildo de Othón P. Blanco dio síntomas de haber roto sus cadenas y existir esta semana, así como de cumplir sus funciones como órgano de representación popular, pero no crea Usted que fue para exigir cuentas claras o instaurar juicio político contra el presidente municipal, el mitómano Carlos Mario Villanueva Tenorio.
No. Además de llevar serenata para despedir a sus ahora ex compañeros regidores que solicitaron licencia, conforme al reporte de la página electrónica “Monitoreo en línea” con twiter @monitorqr, y con el título “Ponen en ridículo a Directora de C.S de OPB Deysi Haydee García Tejeda”, como parte de la reestructura y obligatoriedad que los 34 titulares de direcciones municipales deben tener en sus funciones, en el marco de la 30ª  sesión ordinaria del sábado anterior el Cabildo del Ayuntamiento de OPB dio inicio a “llamadas de atención” a cada uno de éstos.
Según explica, “la dirección de Comunicación Social, a cargo de su coordinadora Deysi Haydee García Tejeda (sic), fue recriminada por evadir sus responsabilidades y los regidores amenazaron con integrarla a la fila del cese definitivo del cargo”. El síndico municipal, Pablo Jesús Moreno Povedano, afirmó que “en los seis meses restantes de administración municipal aplicarán el esquema ‘desquite de sueldo’, es decir, que cada uno de los dos mil 400 trabajadores sea merecedor del salario”.
Por su parte, el regidor perredista y presidente de la Comisión de Educación y Deporte, el perredista Alejandro Castillo Aguilar, señaló que los concejales “vamos a respaldar toda acción que implique un ‘jalón de orejas’ a los trabajadores, el caso de la vocera del gobierno capitalino es cuestión de duda porque no sabemos cuál es la función que se adjudica, no sabemos lo que realmente hace desde la silla de su oficina”.
La reprimenda surgió en asuntos generales, donde el priísta Moreno Povedano, ante el presidente municipal del desempleo en OPB, se refirió en forma directa a Deysi Haydeé García, a quien reprobó que no se visiten áreas administrativas y operativas del organigrama para solicitarles información sobre las acciones a favor de la población. Bueno, hasta donde sabemos, éstas son nulas desde que Carlos Mario Villanueva tomó posesión
Asimismo, estimó que parte de la responsabilidad de Comunicación Social es precisamente “informar” a medios de comunicación o en la misma página oficial electrónica del Ayuntamiento, aunque ésta se encuentra en mantenimiento desde el 4 de abril, aunque recalcó que se tiene que poner a trabajar, “para eso percibe un salario, no toleraremos la falta de responsabilidad de su parte, menos que haga un copia y pega de las noticias que salen en medios impresos”, puntualizó.
La joven funcionaria, según el informe se limitó a escuchar la “llamada de atención”, pero, bueno, ¿qué otra cosa podía hacer? ¿Reclamar y explicar que es más que inútil enviar boletines a los medios? ¿Sabría el Síndico que su ex jefe Carlos Mario adeuda millones de pesos en publicidad a los medios de información y por eso nadie le publica nada? ¿Sabría que no hay dinero para pagar facturas porque su jefe lo gastó en viajes inútiles al extranjero y pago a cientos de “aviadores”? ¿Cómo es posible que después de 5 años -tres, como de Andrés Ruiz Morcillo- ignore el papel de Comunicación Social?
Suponemos que Moreno Povedano también ignoraba que los funcionarios municipales se ponen sus “moños” cuando la prensa de la Comuna los trata de entrevistar y que se la pasan dando largas o bien se niegan a hablar de inversiones -claro, éstas dejaron de existir hace muchos meses-, y menos aun de proyectos. Bueno, su ex jefe es experto en éstos, pero nunca “aterrizó” ninguno por tratarse de inventos de su mente calenturienta; no de balde parece de mitomanía.
Ahora bien, ¿por qué hasta ahora habla de “cambios” en los próximos seis meses si tuvo dos largos años para hacerlos? Pero además, si lo que reclamaba es una supuesta falta de responsabilidad, creemos que fue tanto como escuchar al burro hablar de orejas, ya que ese fue precisamente su caso -y el de sus demás compañeros- por permitir que Carlos Mario vaciara las arcas municipales y que más de un centenar de personas cobrara sin trabajar. ¿O será que apenas ahora se dan cuenta?
Por si fuera poco, no olvidemos que Moreno Povedano fue uno de los hombres de confianza del ex alcalde Ruiz Morcillo y que tuvo acceso a información privilegiada sobre la manera como se negociaron los “misteriosos” permisos para la invasión de gasolineras en esta ciudad y, como director de Servicios Públicos Generales, el irregular contrato para la instalación de las lámparas “Leds”. ¿Por qué ha mantenido la boca  cerrada durante dos años? ¿Alguien le ha “llamado la atención” a él por esto?
Si de un problema de la página electrónica de la Comuna se trata, ¿qué poco conoce don Pablo del burocratismo municipal! Existe un área de la Comuna precisamente para mantenimiento en materia de cómputo, pero nos consta el “tortuguismo” con el que se da respuesta a las necesidades internas de las propias dependencias. Por ejemplo, la mismita entrada de Comunicación Social se mantuvo casi 3 meses a oscuras en su momento ¡porque no se autorizaba la compra de una lámpara! ¡Imagínese! Finalmente, entre los compañeros se hizo “cooperacha” para comprarla.
Se observaba a leguas que Moreno Povedano sólo fue “cuota” de Ruiz Morcillo en la Comuna, ya que tuvo que esperar dos largos años para despotricar contra una dependencia que en, términos políticos, se considera “sagrada” por la tradicional supuesta cercanía de su titular con el “mero mero”, independientemente del nivel que se trate, a menos, claro, que Deysi Haydeé García tampoco sea del equipo del soberbio “Junior” o que éste carezca de autoridad o tenga miedo de reclamar acusaciones. Claro, tiene demasiada “cola” que le pisen.  
 Por Luis A. CABAÑAS BASULTO

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