En primera fila
Quintana Roo, ¡un verdadero caos!
A manos de tres años de “estrenar” a su séptimo gobernador
constitucional, Quintana Roo vive un auténtico caos político y
administrativo, con un priísta Roberto Borge Angulo prácticamente a
punto de “tirar la toalla” a medio sexenio, aunque no pocos aseguran que
el esperado cambio se dé precisamente después de rendir su informe de
gobierno en septiembre próximo.
Las “señales” han sido
múltiples, y las lecturas coincidentes: El bisoño cozumeleño de la
vestimenta roja no pudo con el “paquete” que le heredó su paisano Félix
González, quien, pese a haberle dejado una pesadísima losa encima, con
un empréstito impagable sin una “varita mágica”, sin embargo, le ofreció
asesoría para sobrevivir un gris sexenio sin mayores sobresaltos.
Sin la experiencia política o administrativa suficientes para controlar
el timón ante el multimillonario embate de deudas por doquier, Roberto
Borge pasó a la historia como el amigo del “todopoderoso” con el cual
nunca pudo cortar el “cordón umbilical”, ya que aquél siguió y sigue
gobernando Quintana Roo tras bambalinas, convertido, tal y como lo
describe el abogado Raúl Ojeda, en la mano que mece la cuna.
El
hasta hoy mandatario, convencido por la prensa afín -que coordina y paga
su Vocero Rangel Rosado-, en el sentido de ser el mejor gobernante de
la entidad, no ha querido enmendar el rumbo y persiste en el engaño,
como la madrastra de Blanca Nieves ante el espejito, pese a que ya
escuchaba pasos en la azotea.
Qué lejano quedó aquel 7 de abril
de 2011, cuando, ante un lleno de “personalidades” que abarrotaron el
Centro de Negocios Internacionales y Convenciones de Chetumal -entre
ellos Juan Gabriel-, ante los que, pese a la prácticamente nula
presencia de quintanarroenses, pidió al pueblo seguir
trabajando
bajo el rumbo de la unidad “para entender y asumir que por encima de
cualquier interés está el bien superior que es Quintana Roo”.
La nota de la jornada la había dado el “aplausómetro” con el ex
gobernador Mario Villanueva Madrid durante el nombramiento de quienes le
antecedieron a Borge Angulo, quien insistía en su discurso:
"Mantengamos el esfuerzo conjunto y unido para el progreso de largo
alcance, con el corazón por delante, el espíritu enaltecido y los brazos
fuertes para tener un Quintana Roo triunfador:
Su toma de
protesta, ante el entonces secretario de Comunicaciones y Transportes,
Dionisio Pérez-Jácome Friscione, quien asistió por el Presidente de la
República, Felipe Calderón Hinojosa, tuvo como marco un inusual caos de
tráfico aéreo que estuvo a punto de terminar en tragedia debido a que el
pequeño aeropuerto local recibió no menos de 80 vuelos privados.
Antes de los poco más de dos años y cuatro meses transcurridos, nadie
se imaginaría que el hombre seguiría cargando el enorme peso de la
“sombra” de un Félix González, al que se vio obligado a pagarle la
“factura” de la gubernatura con una senaduría que, al menos por el
momento, le proporcionaría la inmunidad necesaria para evitarle un
juicio político, administrativo y penal.
Conforme a opinión de
terapeutas, la mejor prueba de su debilidad política es precisamente la
cerrazón a la cercanía ciudadana, aunque también lo es el mantenimiento
de funcionarios que, plenamente identificados con su antecesor colocados
por éste en puestos claves, le han calentado la cabeza a lo largo de su
mini sexenio, uno de ellos el Secretario Estatal de Seguridad Pública,
Carlos Bibiano Villa Castillo, quien se ha dedicado a espiarle desde su
arribo, al igual que a la presidenta del DIF-Estatal, Mariana Zorrilla
de Borge.
Otra prueba de su “debilidad” -por no llamarle de otro
modo- ha sido el permanente nombramiento de funcionarios foráneos en
cargos clave que podrían ocupar profesionistas de Quintana Roo, el más
reciente de ellos el “chilango” César Armando Rosales Cansino, nuevo
titular de la delegación
estatal de la Sagarpa, en sustitución de
Antonio Rico Lomelí, quien estuvo al frente de la dependencia por
espacio de cinco conflictivos años.
Por si fuera poco, entre los
pocos, contados quintanarroenses en una delegación federal se incluye
la también priísta cozumeleña Sara Latife Ruiz Chávez, de 36 años de
edad, cuyo paso al frente de la Secretaría de Educación se ha
caracterizado por mil y un problemas con el magisterio, sospechosos
manejos de recursos, plantones magisteriales, peleas con los medios de
comunicación, amenazas contra todo mundo y una manifiesta prepotencia en
quien sabe de magisterio lo que nosotros de astronomía, pero que además
no llegó al cargo abrigada por Borge Angulo, sino ¡por el senador
yucateco Emilio Gamboa Patrón!, su ex compañero de bancada.
Pero
bueno, si de “ocurrencias” se trata también se tendría que premiar al
mandatario, ya que, aunque Ud. no lo crea, analiza la posibilidad
desaparecer las sedes de los Poderes de la capital chetumaleña para
trasladarlas a Benito Juárez, aunque lo más curioso del caso es que la
sugerencia provino del presidente municipal electo de Cozumel, Freddy
Marrufo Martín, cómplice del saqueo de Félix González a Quintana Roo,
aunque luego lo “premió” con una diputación y la alcaldía, que le pidió a
Borge Angulo junto con otras posiciones.
Todo hace suponer que
existe una grabación sobre esa plática acalde electo-gobernador, cuyo
“link” le haríamos llegar en cuanto lo tengamos en nuestras manos, bueno
eso si don Roberto no ha presentado su renuncia disfrazada de
“licencia”, insistimos, en favor del titular de la Secretaría de
Gobierno, Gabriel Mendicuti Loría, aunque, hasta donde sabemos, éste
está más interesado en la gubernatura, ¡pero de seis años!
(Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita del nombre de su autor)
*Luis Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco avecindado en
Chetumal, Quintana Roo, con más de 35 años de trayectoria como
reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de diversos
medios de información, también ha fungido como Jefe de Información
de dos ex gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado tres libros.