En
primera fila
¡Interminable saqueo de
Q. Roo!
En respuesta a la tremenda problemática económica por la que
atraviesa el Estado desde el sexenio anterior, el Colegio de Abogados
Litigantes de Quintana Roo, que encabeza Raúl Ojeda González, convocó este
miércoles a sostener una plática en torno a los diferentes problemas municipales,
estatales, y federales, esto en atención a las múltiples quejas de la
ciudadanía, aunque pidió enviar inbox, ya que, como bien dice la invitación,
que circuló por redes sociales, debemos recordar que “el demonio anda suelto”.
Contacto nuestro y, por lo que hemos podido apreciar,
profundo conocedor de las principales inquietudes de la ciudadanía, el
profesional comentó nuestra columna de ayer que, titulada “Ex gobernador, de
altos vuelos”, se refiere a la política de abuso presupuestal de la paraestatal
Servicios Aéreos Ejecutivos, S.A. (VIP SAESA), empresa de la que el Gobierno
del Estado es principal accionista.
Sobre el particular, Ojeda González expuso que nos quedamos “cortos”
con las cantidades y lugares donde la mano del ex gobernador Félix González “mece
la cuna”, ya que, en efecto, sólo nos referíamos al uso indiscriminado y fuera
de control de los vuelos de esa empresa que, deficitaria “for ever”, se incluye
en la opacidad del gobierno de Roberto Borge Angulo.
No obstante, el mandatario no sólo heredó los servicios y
funcionarios de la paraestatal, sino también de otros paisanos suyos que,
también a “costillas” de gobierno, se ha enriquecido a más no poder y, al igual
que el ahora “flamante” delegado del CEN del PRI en Nuevo León, también mece la
cuna, al grado tal que ninguna adquisición o contratación es posible sin pasar
antes por su VoBo.
Nos referimos al también cozumeleño Eliezer Villanueva Lanz,
primo del ex gobernador, quien, supuestamente odontólogo de profesión, prefirió
prestar su consultorio de la avenida Centenario de esta ciudad a una “amiga”
para hacer billetes desde la Subsecretaría Técnica de la Secretaría de Hacienda,
aunque está encargado del manejo de todas las áreas, incluyendo las propias
secretarías, en una suerte de súper asesor
de Roberto Borge, además de manejar directamente millonarios recursos de las
“Brigadas de Bienestar”.
Bueno, este es su presente reciente, aunque en su pasado
inmediato, que le permitió convertirse en próspero empresario en Chetumal y
prácticamente propietario de la confluencia del Boulevard Bahía con las
avenidas 22 de Enero, Carmen Ochoa de Merino y Calzada Veracruz, también
fabricó todos los billetes del mundo -pero para su cartera-, con lo que se
convirtió en UNO de los colaboradores de Félix González con más millones: Desde
la Dirección de Administración de la Oficialía Mayor.
Verá
Usted. Amplio reportaje del periodista Agustín Ambriz, recuerda que Félix
González contaba en su
área de adquisiciones con la ayuda de Villanueva Lanz, quien operaba y controlaba
los negocios como su extensión financiera del
que dependía su bienestar, ya que nada le faltaba en sus frecuentes viajes al
extranjero en jet privado; tampoco a su esposa Narcedalia Martín, quien se
desplaza en su propio jet.
Eliezer Villanueva estaba
pendiente desde la compra de un tornillo hasta de un avión. Por ejemplo, en el
negocio de servicio de taxi aéreo daba preferencia a las aeronaves de la
empresa Aeroferinco, propiedad del piloto Fernando Quintín Vargas Alarcón, casualmente
cuñado de Félix González.
Precisamente en ese rubro se
dispararon los gastos durante el malogrado sexenio del ex mandatario, quien en
2005 recibió VIP SAESA -encargada de todas la operaciones aéreas del Gobierno
del Estado- con un presupuesto de 16 millones 246 mil millones, pero seis años
después alcanzó los 120 millones.
Antes de su gestión,
Aeroferinco tenía serios antecedentes de accidentes, en uno de los cuales
murieron 17 turistas, pero con Félix en el poder la empresa no sólo se
recuperó, sino también se le otorgó la operación del FBO del aeropuerto de
Cozumel, donde ofrecía servicios de departamento de tráfico y despacho,
mantenimiento y limpieza, así como renta de aviones, desde un monomotor hasta
vuelos charters y ambulancias.
Fernando Quintín es esposo de
Patricia Jacqueline González Canto y ambos socios del Grupo Ferinco, consorcio
comercial y constructor que distribuye en exclusiva “Alpura” en Cozumel, aunque
a su constructora se le otorgaron generosas licitaciones: Entre 2008 y 2010,
Juan Carlos González entonces alcalde de Cozumel y primo de Patricia Jacqueline,
le otorgó al menos tres licitaciones por 12 millones 315 mil 801 pesos (las licitaciones,
52302001-005-08, 52302001-008-09 y 52302001-004-10)
Además de estar al tanto de esos
negocios familiares, Villanueva Lanz ejerció con Félix y ejerce el poder con
manga ancha para hacer y deshacer con Borge. De la noche a la mañana se volvió
terror de la burocracia y uno de los funcionarios más acaudalados de Chetumal,
donde construyó su consultorio, lotes comerciales y una lujosa residencia
controlada con cámaras de vigilancia y modernas chapas de seguridad con huella
digital personalizada.
Por lo que más se le recuerda
en Chetumal fue su romance con su actual esposa Violette Eljure, chetumaleña de
origen libanés, a la que tuvo que ir a buscar a Medio Oriente para
reconquistarla y regresarla, misión en la que llevó una cuadrilla de familiares
de la joven con gastos pagados por el Gobierno del Estado.
Como operador de compras, formó
un círculo predilecto de proveedores que aceptaban sus reglas y le entraban con
“comisiones” más allá del diezmo. En
seis años controló todo tipo de negocios, lo mismo del sector salud, que de
educación, seguridad pública o asistencia social. Así, adquiría los automóviles
de las dependencias y decidía con qué agencia se contrataban seguros, compraba
uniformes para burócratas y policías, útiles escolares al mayoreo, pavos y
canastas navideñas; y utilería de fiestas patrias para adornar las principales
calles de Chetumal”.
Sin embargo, los recursos
destinados a estos rubros rebasaban por mucho los asignados para construir de
escuelas. Entre 2006 y 2009, gastó 31.3 millones en pavos navideños y cerca de
40 millones en “canastas”, mientras que para las fiestas patrias, de 2008 a 2010, erogó 27.6
millones. ¿Volvimos a quedarnos “cortos” con el dispendio?
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
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