Aurelio Joaquín González. |
Chetumal, 3 de marzo.- Ayuntamientos
como el de Cozumel viven sacudidos por los excesos, escándalos, parrandas y
demás tropelías cometidas por el alcalde Aurelio Joaquín González, otrora dadivoso
diputado de la XII Legislatura que despilfarraba dinero a manos llenas y que ahora
no tiene ni para pagar la nómina de los empleados al grado de que le
autorizaron un nuevo préstamo bancario por 170 millones de pesos, dinero que ya
había malversado.
Sin embargo,
en su primer año como alcalde, Aurelio Joaquín, pudo acallar con el pago de 10
mil dólares y una plaza laboral en la Secretaría de Salud al Dr. Álvaro
Tintoré, por los servicios prestados tiempo atrás para asuntos de dudosa
reputación.
En ese
entonces, en sus visitas a Chetumal Aurelio se dejaba apapachar por las
lideresas locales de colonos del PRI quienes le hacían fiesta por la bondad
manifiesta a costa del erario de dónde sacaba para darles algunos billetes.
En su visita
al Congreso estatal para la entrega del Premio Estatal de Derechos Humanos, al
culminar el evento Aurelio Joaquín se encerró con el Dip. Eduardo Espinosa
Abuxapqui seguido por media docena de líderes que lo si- guió hasta el cubículo
del legislador, a quienes le pidió: "denme chancecito, en un momento les
veo".
Aurelio
cerca de una hora platicó con el diputado presidente de la XIII Legislatura y alrededor
de las nueve de la noche salió del privado, se dirigió hacia el lobby pero al
ver que aún le esperaban los y las lideresas de colonos, retornó e intentó
salir sobre la otra puerta pero también había gente esperando
Entonces el
alcalde retornó a los pasillos, entró a la Oficialía Mayor para despistar un
poco y pidió que le abrieran la puerta del salón de juntas previas, por donde
con celular en mano y abrazado por uno de sus acompañantes emprendió la graciosa
huida, a trote, para abordar su camioneta Chevrolet Suburban color azul. (Previamente,
el 8 de octubre vino al aniversario de Q. Roo e igualmente desapareció
presuroso para no dar ni entrevistas).
Esto molestó
a quienes lo esperaban que se quedaron rezagados, con el trago amargo y
preguntando: "¿cuánto le costó el antidoping que presume?", "¿a
quién quiere engañar?", a sabiendas de Aurelio Joaquín al parecer se ha
alejado de los vicios que lo llevaron a cometer excesos contra su propio
cuerpo, su familia y su cargo como alcalde cozumeleño
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradecemos utilizar un lenguaje formal